Reseña de Shimotsuma Monogatari (Cuento de Shimotsuma)

Lo primero, pedir disculpas a mis seguidores -que para ser un blog sin pretensiones a muchas visitas, muchos me parecen-, ya que por problemas técnicos (entradas programadas que misteriosamente desaparecen, entradas que no se guardan, etc...) no he podido actualizar antes ;________; ¡Pero para compensarlo hoy vengo con doble entrada, y material de calidad y todo!
Pues bien, si en la entrada anterior os endosé un dramón, hoy voy a hablar de una comedia. Shimotsuma Monogatari es un manga inspirado en la novela Kamikaze Girls de Novala Takemoto, y llevado al cine con Kyoko Fukada y Anna Tsuchiya como protagonistas. Fue publicado en 2004 por la revista Betsucomi.
La historia trata de Momoko, una lolita que vive en mitad de la nada pero que aún así sigue empeñada en vivir en su mundo con su estilo; y en Ichiko, una yanki motera. Por circunstancias del destino, sus vidas se acaban enlazando y pasan mil aventuras juntas.
Dicho esto, me veo obligada a hablar de lo que es tanto el lolita como el yanki.
 El lolita es un estilo, o modo de vida, insipirado en el rococó y la época victoriana. Para las lolitas, la vida está basada en el buen gusto, la clase, y el decoro, tanto en forma de vestir como en comportamiento, ¡jamás veréis una lolita eructar en público, ni sentarse con las pierna abiertas!

Ejemplo típico de lolitas

Por otro lado, las chicas que siguen la moda yanki, se caracterizan por su profundo amor a las motos, por agruparse en bandas femeninas con unas estrictas normas de cumplimiento, y por vestir -generalmente- con el uniforme escolar, llevando faldas de tablas largas hasta los tobillos, los pechos vendados,
y bordados personalizados. Son mujeres independientes, duras y rebeldes, que valoran su libertad por encima de todo.

Chicas yankis

Os podéis imaginar el resultado de la colisión entre dos mundos tan distintos.

Se nota que este papel dio la idea a los productores de que Anna Tsuchiya encajaba en el papel de cantante de punk.

Metiéndonos en faena, la principal diferencia entre la película y el manga -no tengo el placer de haber leído la novela- es la brevedad con el que se trata la historia principal de ésta, que apenas abarca dos capítulos. Por otro lado, el manga incluye además una historia secundaria en el que vemos al gemelo del amor perdido de Ichiko. El dibujo es sencillo pero agradable a la vista, sin muchos detalles.
En definitiva, es un buen manga para introducirse en estas dos subculturas japonesas, y la peli siempre es una opción entretenida para pasar la tarde.